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Alumno de la FIUBA en la Antártida

16 de octubre de 2020, 15.15
Sea con desarrollos de dispositivos tecnológicos para mitigar los efectos de la pandemia provocada por el Covid-19, o bien con una destacada participación en la coordinación de la misión SAOCOM, que permitió poner en órbita un nuevo satélite de producción nacional,...

Sea con desarrollos de dispositivos tecnológicos para mitigar los efectos de la pandemia provocada por el Covid-19, o bien con una destacada participación en la coordinación de la misión SAOCOM, que permitió poner en órbita un nuevo satélite de producción nacional, la Facultad de Ingeniería de la UBA aporta de manera permanente el conocimiento tecnológico y científico de sus graduados, graduadas y estudiantes.

Esta histórica política institucional se vuelve a visibilizar en el caso del estudiante de Ing. Electrónica Emmanuel Chang, quien llegó a la Antártida, puntualmente en la Base Científica Carlini

Chang, de 27 años y oriundo de Viedma (Río Negro), se desempeña como técnico electrónico/informático en el Laboratorio Antártico Multidisciplinario Carlini gestionado por el Instituto Antártico Argentino. Pese a la distancia, continuó con su formación de grado en la FIUBA. En el primer cuatrimestre, se dedicó a "Introducción a la Economía y organización de la empresa" y "Legislación y ejercicio profesional de la ingeniería electrónica". En este segundo período, fueron tres las asignaturas que está cursando: "Algoritmos y programación III", "Teoría de lenguaje de programación" y "Video digital".

"Junto con mi compañero (estudiante de ingeniería electrónica de la Universidad Nacional de Rosario) damos soporte a distintos proyectos científicos (Geodesia, Sismología, Criología, entre otros) que se llevan a cabo en la base durante todo el año. También administramos y mantenemos los enlaces satelitales (Internet y TV) y la red local", detalla Chang cuando se le pregunta por las principales actividades que está llevando a cabo en la Antártida.

Sobre su rutina, el entrevistado cuenta que el trabajo en el laboratorio varía según las necesidades de los distintos proyectos a los que brinda soporte. Desde cambiar la configuración de un receptor GNSS desde la PC o  hasta ir a un lugar remoto para rescatar un sensor de humedad y temperatura. "Ocasionalmente, la gente de la base nos trae al laboratorio algún que otro aparato roto para que lo revisemos. Hay trabajos en los que todos tenemos que colaborar, como ayudar a los cocineros una o dos veces al mes, limpiar espacios comunes, palear nieve, etc. Obviamente, hay tiempo para el ocio: tenemos gimnasio, mesas de ping-pong, juegos de mesa, series, libros, pelis, etc. ¡Y podemos compartir unos mates con amigos!", cuenta.

La decisión de estar tanto tiempo alejado de su habitual rutina no fue para nada fácil. Dice este alumno de la FIUBA: "Me enteré de la propuesta para venir un año a trabajar acá por medio de unos compañeros cuando hacía una pasantía en el Instituto Geográfico Nacional en el 2017 y en su momento me pareció una locura. En 2019 vi nuevamente la convocatoria a la Campaña Antártica de Invierno 2020 en algún lugar de la FIUBA, pero esta vez con un poco más de curiosidad, y pensando que podía ser de esas oportunidades que si no se toman, uno se arrepiente de por vida. Entonces, decidí aplicar. Desde que envié mi CV hasta llegar acá, fue un proceso que duró todo 2019: exámenes técnicos, entrevistas psicológicas, capacitaciones, etc".

Actualmente, la dotación de invernantes está compuesta por 25 personas: tres del Instituto Antártico Argentino: la jefa científica que realiza trabajos de campo para diversos grupos de investigación del IAA (principalmente relacionados con las ciencias del mar, además de censos de algunas aves y mamíferos)  y los dos técnicos del Laboratorio Antártico Multidisciplinario Carlini (LACAR) entre los que se incluye Chang. También integran esta comunidad dos miembros de la Dirección Nacional del Antártico, encargados de los depósitos de víveres e insumos. Dos observadores del Servicio Meteorológico Nacional y 18 representantes del Ejército Argentino, entre cocineros, carpinteros, mecánicos y buzos. 

Sobre su futuro laboral, Chang explica que en el trabajo anterior le han dejado las puertas abiertas para regresar, luego de que concluya su experiencia en el continente blanco. "Pero por ahora me quiero concentrar en lo que tengo enfrente y disfrutar de mi estadía en este maravilloso lugar", concluye.