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Ingeniería con articulación social

17 de agosto de 2021, 15.00
"La construcción de conocimiento significativo, sobre todo en el campo de la ingeniería, requiere de saberes situados, territorializados y contextualizados. Deconstruir el paradigma actual de la ingeniería nos obliga a incorporar transversalmente a la componente técnica, la dimensión social, política, cultural, histórica, ambiental y de género. Necesitamos construir una ingeniería que humanice, que escuche y dialogue", afirma la Inga. María Eva Koutsovitis, docente y coordinadora de la Cátedra de Ingeniería Comunitaria, cuando se le pregunta por el impacto de su trabajo de campo en el marco de un proyecto impulsado desde el Centro de Articulación Social de la FIUBA.

"Una ingeniería a escala humana, que pregunte no sólo el cómo, sino el con quién, para quién, el dónde y que fundamentalmente ponga en valor todos los saberes. La clave, a la hora de pensar en nuevos paradigmas para la ingeniería, es la democratización de la técnica. Y para lograrlo tenemos que abandonar el viejo concepto de 'llevar' o 'bajar' soluciones a las comunidades, debemos construir colectivamente y en diálogo el conocimiento generando espacios de encuentro donde todos los saberes tengan el mismo valor", afirma Koutsovitis.

Sobre el origen del proyecto "Intervención Integral desde la Perspectiva de Género Comunitaria en el Espacio Público de Barrios Populares", esta docente de la FIUBA señala que "hace algunos años comenzamos a pensar, discutir y debatir sobre modelos de ciudad basados en la democracia urbana desde una perspectiva ambiental y de género. Y eso nos llevó a intervenir, con distintas estrategias, en las diferentes dimensiones del espacio público. Y así fue como comenzamos en el año 2019, desde la Cátedra de Ingeniería Comunitaria y junto a estudiantes de la Maestría de Tecnologías Urbanas Sostenibles, estudiantes de distintas carreras de ingeniería, promotoras ambientales de diferentes organizaciones sociales, educadoras y educadores populares, a relevar distintas dimensiones del espacio público y construir indicadores ambientales georreferenciados en las villas de la Ciudad de Buenos Aires. Actualmente ya relevamos la totalidad del barrio Villa 20, INTA, Scapino, Albariños y el sector de Caacupé de la Villa 21-24. Los primeros indicadores evidencian que en las villas porteñas la superficie verde por habitante es entre 50 y 100 veces menor a los estándares internacionales y la cantidad de habitantes por cada árbol es 30 veces mayor a lo que establece la OMS. Es decir, estamos frente a indicadores ambientales críticos que nos obligan a pensar en distintas estrategias de intervención para mejorar la calidad del hábitat popular".

El actual equipo de trabajo de este proyecto muestra la misma característica de cualquier proyecto con impacto social articulado desde la universidad: la interacción multidisciplinaria. A la fecha, el grupo incluye docentes de la Cátedra de Ingeniería Comunitaria, promotoras ambientales de la organización Salvador Herrera de la CTA Autónoma, referentes de la Federación de Villas, Núcleos y Barrios Marginados (FEDEVI), educadoras y educadores populares, docentes de las carreras de Filosofía y Ciencias Políticas, docentes de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UBA y docentes de Derecho del IMPA. Participan del proyecto estudiantes de la Maestría de Tecnologías Urbanas Sostenibles junto a estudiantes de grado mayoritariamente de las carreras de Ingeniería Civil e Industrial de la FIUBA.