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La FIUBA recuerda al Ing. Fernández Long

11 de septiembre de 2015, 19.30
En el marco del 97 aniversario de su nacimiento, la Facultad de Ingeniería de la UBA recuerda al Ing. Hilario Fernández Long, decano de esta Casa de Estudios entre 1962 y 1965 y rector de la Universidad de Buenos Aires entre 1965 y 1966.  Fernández Long nació el 1...

En el marco del 97 aniversario de su nacimiento, la Facultad de Ingeniería de la UBA recuerda al Ing. Hilario Fernández Long, decano de esta Casa de Estudios entre 1962 y 1965 y rector de la Universidad de Buenos Aires entre 1965 y 1966. 

Fernández Long nació el 12 de septiembre de 1918, en Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires. Se graduó de ingeniero Civil con diploma de honor en la UBA en 1941. Durante ese mismo año, colaboró con los ingenieros Pedro Vicién y Armando Ballofet en el desarrollo de una computadora analógica para la resolución de estructuras. 

Inició su carrera docente como ayudante en la cátedra de Estructuras, de la que fue titular entre 1956 y 1966. También dictó cátedras en la Universidad Nacional del Sur entre 1951 y 1954. En cuanto a su tarea profesional, intervino en los proyectos del Banco de Londres, de la Biblioteca Nacional, del edificio de IBM y de los puentes Chaco-Corrientes y Zárate-Brazo Largo, entre otros.

Fue decano de la FIUBA entre 1962 y 1965 y, durante el mismo período, vicerrector de la universidad. Tras la renuncia indeclinable del abogado y economista Julio H. G. Olivera, en 1965, la asamblea universitaria lo eligió rector. 

Al producirse el golpe de Estado que llevó al poder al teniente general Juan Carlos Onganía, Fernández Long emitió una declaración en la que calificaba ése como "un día aciago" por atentarse contra los poderes constitucionales. Un mes después dejó su cargo; el día que el Poder Ejecutivo intervino la universidad se negó a permanecer como interventor.

Muchos años después volvió a la UBA, nombrado doctor honoris causa durante el gobierno de Alfonsín -que también lo hizo miembro de la Comisión Nacional de Desaparición de Personas (Conadep)- y colaboró un tiempo en el laboratorio de Ingeniería, en la sede de la Av. Las Heras 2214.

En 1976 se incorporó a la Academia de Ciencias Exactas y en 1993 a la de Educación. Tuvo una reflexión permanente sobre los avances de la tecnología y sus implicancias para la humanidad -fue claro su rechazo del uso de la energía nuclear para la guerra-, analizó también los alcances de la computación y otros muchos temas.

Falleció el 23 de diciembre de 2002.