Se aprobaron los nuevos planes de Ing. en Informática e Ing. Industrial en el consejo superior de la UBA
El decano de la FIUBA Alejandro M. Martínez habló sobre la reforma estructural que se está llevando a cabo en la facultad y afirmó que “la última vez que se discutieron los planes de estudios todos juntos fue en 1986 debido a que eran planes de la dictadura y había que cambiarlos. Desde esa época hasta ahora los planes se han modificado, pero cada uno de forma individual. En este caso, nos dedicamos a discutir institucionalmente cómo tenían que ser nuestras carreras y es un proceso que viene desde abajo hacia arriba y desde arriba hacia abajo”.
En relación a los graduados de la Facultad de Ingeniería de la UBA, Martínez dijo que son reconocidos en el mercado, en la industria y tienen calidad, pero que se reciben poco más del 10 % de los y las que ingresan, algo que sucede también a nivel nacional. En sintonía con esto, aseguró: “Lo que buscamos con estos planes de estudios es actualizar nuestros contenidos, que las y los egresados puedan cumplir con los tiempos que planificamos y que se puedan graduar más ingenieros e ingenieras”. Además, agregó: “Estamos aquí aprobando las primeras carreras de nuestra facultad y vamos a continuar con el resto. Quiero agradecerles a todos los funcionarios de la facultad, al claustro estudiantil, a los graduados y graduadas, a los y las docentes y al personal nodocente. Hicimos una estructura y una discusión que permitió cambios estructurales que antes no habían podido ser tenidos en cuenta”.
Por su parte, Xavier Pérez, consejero superior por el claustro estudiantil, mencionó que la facultad y la enseñanza universitaria tienen que estar armonizadas con el proyecto de vida de los y las estudiantes y con los requerimientos reales que las y los futuros graduados van a tener en la vida profesional. Sobre esto, manifestó: “Cuando iniciaba mi recorrido creía que reducir las horas de una carrera era degradar el título y era en perjuicio del estudiante, que iba a recibir una formación de menor calidad, pero no es así. Los y las estudiantes festejamos que, sin recortar contenido relevante y sin sacrificar la formación, estamos logrando reducir en 600 ó 700 horas el tiempo de cursada para graduarse de ingenieros e ingenieras. El objetivo es que las futuras generaciones de estudiantes tengan un camino más allanado para cumplir su anhelo de ser profesionales”.